Taipán del interior
La serpiente de Tabarnia ante la jauría
dimarts, 18 de desembre del 2018
El gatillazo habitual de los "mossos"
Siempre fallan.Primero, cuando se les llamó para parar el golpe de Estado. Y, ahora, para asegurar la tranquilidad en un Consejo de Ministros. No están a la altura (salvo los miembros dispuestos a defender la legalidad, que también existen y que da gusto verlos).
dimecres, 12 de desembre del 2018
El "tú" del camarada y el tururú del "procés".
1.-Le he echado un vistazo a las cartas
de la Vicepresidenta del Gobierno al Vicepresidente de la Generalidad y de
Grande-Marlaska a Buch. Esta última no he podido acabarla, dado su carácter
farragoso (no es cuestión de lenguaje jurídico, es que está muy mal escrita).
Sólo la palabra ”requerimiento” ha
alegrado un poco mi corazón.
2.-Me he entretenido más en la carta de
la vicepresidenta, que utiliza un sorprendente
tuteo. Parece que la señora Calvo y el Sr. Aragonés son amigos del alma y,
aunque esto nos importa un bledo, emplean su posición al frente de dos administraciones
para profundizar más en su amistad.
Cuentan
algunos viejos que, en la Segunda República, el uso del “usted” se irguió como
símbolo del trato democrático, de ciudadano a ciudadano, cada uno con su
responsabilidad y con su libertad. Frente a ello, los camaradas de Falange y
los comunistas enarbolaban el tú del encuadramiento y de la unidad combativa.
3.-Al grano: estas cartitas son meras florituras. Al presidente Rajoy
ya le engañó Mas en sus narices con su referendumcete. A doña Soraya Sáenz de
Santamaría y a todo su CNI le colaron goles por todos lados con el cuento de la
“operación diálogo”. A Grande-Marlaska, el Sr. Buch se le rió en su cara con su
lacito y basta entrar en cualquier oficina de la Generalidad para ver cómo se
pitorrean del “pacto de neutralidad en el uso del espacio público”.
Y, en
fin, Vicepresidenta, pronto te vas a enterar cómo se las gastan
tus amiguitos y cómo nos van a chulear cuando te lleves las tanquetas que
te has traído para que te protejan.
dilluns, 10 de desembre del 2018
Preparando el gran golpe
1.-Lo decía Jordi
Sánchez en cómodas páginas desde la cárcel: las manifestaciones tras la sentencia pueden ser extraordinarias.
Lo van preparando los niñatos de las CDR, con sus ensayos de bloqueo de las
autopistas. Lo confirman ya en Gerona y Tarrasa, arremetiendo contra cualquier
posible discrepancia pública (por cierto, ya veo que Manuel Valls no puede
salir a la calle para un simple discursito en una plaza).
2.-Lo más
preocupante es que Torra quiere colaborar y ya manda a parar a la policía. Hay
que ir amansándola para que sea una
fuerza bajo control en el día del gran golpe. Ya les salió bastante bien el 1
de octubre, aunque tuvieron enfrente –afortunadamente- la brillante actuación
de la Policía Nacional y de la Guardia Civil.
3.-Ante una gran
movilización contra la sentencia, con bloqueo de autopistas y fronteras,
ataques a sedes de partidos “constitucionalistas” y una fuerza policial de
17000 hombres apoyando a los insurrectos, ¿Va
a ser capaz el Estado español de actuar?
dijous, 5 de juliol del 2018
El uno de octubre merece un homenaje popular.
El primero de octubre del 2017 fuimos testigos de
unos hechos ejemplares y transcendentales. Diversas unidades de la Guardia
Civil y de la Policía Nacional cumplieron y ejecutaron determinadas órdenes
judiciales y dieron una lección cívica que, como indicamos en el título, merece
un homenaje. Teniendo en cuenta el contenido de su misión, defendieron efectivamente el orden constitucional y democrático y la
igualdad de todos los españoles. En resumen, tres razones justifican este
agradecimiento público.
En
primer lugar, la extraordinaria
dificultad de la operación. No era sencillo ejecutarla en medio de la
abstención, la pasividad e incluso la pura ausencia de las fuerzas de seguridad
autonómicas, que eran la policía de proximidad. No era fácil la misión cuando
se trataba de colegios públicos y privados ocupados ilegalmente, con llaves
distribuidas con total arbitrariedad. No caeremos en la alusión -quizá
demagógica- a los niños como escudos, pero sí que debemos subrayar el carácter
modélico y contenido de un dispositivo tan amplio como el que se puso en pie.
Los accidentes puntuales no enturbian la global profesionalidad del operativo.
Era, además, un objetivo complicado, porque venía precedido de decisiones de
connivencia, desorientación y precipitación, además de previsiones lamentables
(el maldito Piolín, por ejemplo). Fue
durísimo, en fin, gestionar las provocaciones y las falsedades, que van
saliendo a la luz una vez las mentiras, las medias verdades y los juegos de
manos llegan a la opinión pública.
Pero no
era sólo la dificultad. Necesitamos un homenaje por los efectos conseguidos. Al
final, tristemente, sólo la actuación
policial sacó a la luz el gran fake,
el ridículo engaño del pseudoreferéndum. Sólo la actuación policial evitó
que, por primera vez en Europa después de la segunda guerra mundial, se le
quisieran dar aires de legitimidad a un simple y tosco pucherazo. Sólo la
actuación policial puso sobre la mesa el masivo robo de los datos de nombre y
domicilio de los ciudadanos. Seguramente, se podía haber evitado antes aquel
momento dramático, pero el uno de octubre el sistema democrático estaba en
manos de la Guardia Civil y de la Policía Nacional.
Fue
una actuación difícil. Fue una actuación eficaz. Y fue, además, un ejemplo
histórico. Era, sencillamente, la vieja regla del cumplimiento del deber, de la
respuesta proporcionada ante la
insurrección y, en definitiva, la asunción de la tarea más ingrata en una
época de paliativos y de mirar para otro lado.
Por
todo ello, queremos un homenaje para las
personas concretas que integraron las unidades de la Guardia Civil y de la
Policía Nacional el uno de octubre del 2017. Pero no un homenaje encerrado
en los cuarteles y en las comisarías, sino una acogida popular y entusiasta.
Con el respeto debido, evidentemente, a la neutralidad de los funcionarios
policiales, pero sin limitarse a un papelito protocolario. Un homenaje cálido y
afectuoso a los que, aquel día, fueron los
primeros servidores del Estado democrático.
--
L’ u d’octubre mereix un homenatge popular.
El primer d’octubre del 2017 vam viure uns fets exemplars i transcendents.
Diverses unitats de la Guàrdia Civil i de la Policia Nacional van acomplir i
executar determinades ordres judicials i van donar una lliçó cívica que, com
diem al títol, mereix un homenatge. Tenint en compte el contingut de la seva
missió, defensaren efectivament l’ordre
constitucional i democràtic i la igualtat de tots els espanyols. En resum,
tres raons justifiquen aquest agraïment públic.
En primer lloc, l’extraordinària dificultat de l’operació.
No era senzill tirar-la endavant enmig
de l’abstenció, la passivitat i fins i tot la pura absència de les forces de
seguretat autonòmiques, que eren la policia de proximitat. No era planera la
missió quan es tractava de col·legis públics i privats ocupats il·legalment,
amb claus distribuïdes amb total arbitrarietat. No caurem en l’al·lusió -potser
demagògica- als nens com a escuts, però sí que cal subratllar el caràcter
modèlic i contingut d’un dispositiu tan ampli com el que es va posar en peu.
Els accidents puntuals no enterboleixen la global professionalitat de
l’operatiu. Era, a més, un objectiu complicat, perquè venia precedit de
decisions de connivència, desorientació i precipitació, a més de previsions lamentables
(el maleït Piolín, per exemple). Fou
duríssim, en fi, gestionar les provocacions i les falsedats, que van sortint a
la llum un cop les mentides, les mitges
veritats i els jocs de mans arriben a l’opinió pública.
Però no era sols la
dificultat. Cal un homenatge pels efectes aconseguits. Al final, tristament, sols l’actuació policial va esmicolar el
gran fake, el ridícul engany del
pseudoreferèndum. Sols l’actuació policial va evitar que, per primer cop a
Europa després de la segona guerra mundial, se li volguessin donar aires de
legitimitat a una mera tupinada. Sols l’actuació policial va posar sobre la
taula el massiu robatori de les dades de nom i domicili dels ciutadans.
Segurament, es podia haver evitat arribar a aquell moment dramàtic, però l’u
d’octubre el sistema democràtic estava en mans de la Guàrdia Civil i de la
Policia Nacional.
Fou una actuació difícil. Fou
una actuació eficaç. I fou, a més, un exemple històric. Era, senzillament, la
vella regla del compliment del deure, de la resposta proporcionada davant la insurrecció i, en definitiva,
l’assumpció de la tasca més ingrata en una època de pal·liatius i de mirar cap
a una altra banda.
Per tot això, cal un homenatge a les persones concretes
que integraren les unitats de la Guàrdia Civil i de la Policia Nacional l’u
d’octubre del 2017. Però no un homenatge tancat dins les casernes i les
comissaries, sinó una acollida popular i entusiasta. Amb el respecte degut,
evidentment, a la neutralitat dels funcionaris policials, però sense limitar-se
a un paperet protocol·lari. Un homenatge càlid i afectuós als que, aquell dia,
van ser els primers servidors de l’Estat
democràtic.
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